
Después de este evento deportivo internacional, Corea del Sur se convirtió en el 16º país del mundo anfitrión de los Juegos Olímpicos de Verano en Asia. Se llevaron a cabo competiciones en veintitrés disciplinas y dos deportes de demonstración. Corea del Sur se ubicó en la 4ª posición en el medallero, habiendo obtenido 12 oros, 10 platas y 11 bronces.
Los Juegos Olímpicos de Seúl en 1988 tuvieron un gran significado puesto que se habían enfocado en la reconciliación de los bloques de Oriente y Occidente, después del boicot que había perpetrado el Bloque Occidental en 1980 para los Juegos Olímpicos de Moscú, y el boicot que había perpetrado su contrapartida de Oriente en represalia por los Juegos Olímpicos de 1984 que tuvieron lugar en Los Ángeles. Sin embargo, Seúl logró trascender estos conflictos ideológicos y la discriminación racial en cumplimiento de los principios establecidos en la Carta Olímpica, y el evento de Seúl sirvió como ocasión para dar a conocer al mundo el estatus del desarrollo económico que había alcanzado el país, su cultura y tradición, y el alto potencial de los coreanos.